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Leonardo Castillo
marzo 28, 2018
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La intención de crear pánico y temor a la prensa nacional, solo por hacer su trabajo, no se puede tolerar en la República Dominicana.
La Caleta, Boca Chica.- El comunicador y director del periódico digital la voz sin censura, Logan Jiménez, denunció este miércoles que su vehículo fue agredido con piedras, cuando el mismo transitaba con sus tres hijas a bordo por la calle ocho del sector Vista Alegre, en el distrito municipal de La Caleta, Boca chica.
El hecho ocurrió en horas de la tarde cuando sostuvo un encuentro con diversos profesionales del derecho, además de comerciantes y políticos del sector, con la finalidad de retomar la marcha y regresar a su hogar con sus tres infantes, luego solo escuchó las niñas llorando despavoridas y un fuerte golpe en el cristal trasero, que evidenció su destrucción.
Dijo que los delincuentes utilizaron el techo de una vivienda para lanzar las piedras provocando la destrucción del cristal trasero de su vehículo.
De inmediato el periodista se dirigió al destacamento de La Caleta con la finalidad de asentar la denuncia y realizar el procedimiento de rigor.
Determinó que sus niñas se encuentran nerviosas y asustadas por el crimen cometido mientras ellas estaban a bordo del vehículo en el asiento trasero.
“Deseo que las autoridades del ministerio público y de la Policía Nacional en conjunto con los organismos de inteligencia del estado puedan dar con el paradero de estos delincuentes, que se prestaron a tal bajeza, no importando que mis niñas estuvieran dentro del carro”.
Argumentó que por solo hacer trabajos periodísticos, ha sido objeto de amenazas e intento de asesinatos en varias ocasiones.
La trama fue perpetrada porque un grupo de delincuentes juveniles que son protegidos por comerciantes, religiosos, políticos entre otras personalidades, han sido denunciados por el comunicador en varias ocasiones.
Añadió que las bandas que se dican al robo, asalto, ventas de drogas operan desde la calle ocho en el sector de Vista Alegre en la Caleta con anuencia de cientos de personas, que por temor a ser agredidos no dicen nada, y cuando ocurre algo o son apresados son los primeros que van en comisiones al destacamento.
Enfatizó que no cesará de hacer su trabajo periodístico, con objetividad, ya que la delincuencia y la corrupción no quieren que la prensa haga su parte.
“Los delincuentes no pueden ganarle la batalla a la sociedad, y en especial a cientos de padres de familia, ciudadanos, jóvenes, adultos, niños, que solo quieren vivir en un país o un territorio donde sus derechos sean respectados”.
Se recuerda que el año pasado el comunicador tuvo que abandonar su residencia ubicada en la calle ocho del sector Vista Alegre en la Caleta, luego de que delincuentes intentaran silencenciarlo mientras dormía en horas de la madrugada en compañía de su esposa e hijas.
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